Despertarse más tarde, descansar tras la comida, disfrutar del tiempo libre o dejarse llevar con las amistades… Estos suelen ser algunos de los lujos que nos permitimos cuando estamos de vacaciones, lujos que varían nuestra rutina.
El simple hecho de poder variar algunas de esas rutinas nos provoca gran placer y libertad. Nos encontramos más alegres y descansados. Acostumbrados a levantarse a las ocho de la mañana, consideramos una gran victoria poder hacerlo a las diez.
En cambio, existen otras variaciones en la rutina a las que deberíamos dar más importancia. El contar con mayor tiempo influye a la hora de alimentarnos. Las comidas en vacaciones suelen estar más preparadas y con más nutrientes. Aunque de vez en cuando nos peguemos un capricho fuera de casa o tengamos cenas de Nochebuena o Año Nuevo con copiosas comidas, la norma es que aprovechemos para cocinar con mayor tranquilidad y apartemos los alimentos precocinados que tanto nos acompañan el resto del año.
Pero nuestro cuerpo acaba imponiéndose y pronto transformamos esa falta de rutina en otra rutina. Nos gusta comer dentro de un margen de tiempo y acostarnos no más tarde de ciertas horas. Suponiendo que el mundo que nos rodea –familia, por ejemplo– no nos imponga un horario, descubrimos que pronto somos nosotros mismos los que disfrutamos de una rutina a nuestro antojo, pero rutina al fin y al cabo. Esta variación en la rutina, que no eliminación, es satisfactoria y autoimpuesta, por eso existe el llamado síndrome post-vacacional y el primer día de trabajo sufrimos más que ningún otro al levantarnos. Pero no debemos evitar ser conscientes de cómo usamos nuestra libertad para poder disfrutarla en su justa medida. No hay que engañarse, pasamos de una rutina a otra, pero saberlo y aprender qué es lo que nos causa tanto placer de la que utilizamos en el periodo vacacional puede servirnos para coger ideas y acercar la una a la otra en lo posible.
De todas formas, consolémonos, en caso de que no poder cambiar nada y tener que sufrir con la rutina habitual, seguiremos pudiendo ser felices durante las semanas de vacaciones de las que disponemos.
