La primera vez en un campamento es toda una experiencia, no sólo para los niños; también para los padres.
Es comprensible que a ambos nos entre un poco de angustia. Los pequeños no se han separado de sus padres más que para ir al colegio o para estar con alguien de la familia. ¿Se sentirán solos en el campamento?, ¿cuánto tiempo necesitarán para comenzar a interactuar con otros niños?, ¿realmente hemos escogido el campamento más adecuado para ellos?
En primer lugar hemos de conseguir referencias sobre los campamentos que estamos observando. ¿Tiene presencia en redes sociales?, ¿podemos ver imágenes de las últimas ediciones?, ¿conocemos a alguien cuyos hijos hayan estado en el campamento?, ¿cómo son sus profesores y monitores? Afortunadamente hoy en día podemos encontrar información de primera mano sobre cualquier campamento en la red.
En segundo lugar debemos pensar objetivamente qué campamento sería mejor para los peques. ¿Sería mejor optar por uno dedicado a los idiomas?, ¿sería mejor uno dedicado a los deportes?, ¿o uno que tuviera de todo un poco? Que el campamento sirva para que mejoren sus notas está bien pero… ¡también hay que pensar en la diversión!
Una vez hechas las comparaciones y la elección de campamento, en la que también habremos tenido en cuenta a los pequeños, claro, lo siguiente será asegurarnos de que los pequeños lo pasarán bien. No les atosiguemos con demasiados consejos porque cuando lleguen podrían estar más preocupados por agradarnos “en la distancia” que en estudiar o pasarlo bien.
Lo que debemos hacer es decirles que ante cualquier problema que tengan siempre pueden tener en cuenta a su tutor o monitor y que, además, para cualquier cosa importante nosotros a una llamada de teléfono de distancia.
Algo que tampoco debemos hacer es presionarles para que hagan amigos. Ellos encontrarán el momento en el que relacionarse con otros alumnos a través de alguna actividad o en alguna excursión. Todas las actividades en un campamento están diseñadas para que los niños puedan trabajar juntos y conocerse.
Si estamos seguros de que hemos elegido bien, tenemos las referencias necesarias y tenemos la posibilidad de que los pequeños se pongan en contacto con nosotros podremos estar tranquilos. Habremos transmitido la suficiente seguridad como para que la primera experiencia en un campamento sea tranquila y nuestros hijos puedan divertirse.
