El miedo es algo positivo pues se trata de un estado que nos alerta en situaciones de riesgo. Sin embargo es altamente perjudicial si se da de una manera exagerada. Durante la infancia somos especialmente propensos a desarrollar miedos y fobias, muchas veces originadas tras malas experiencias. ¿Cómo podemos combatirlos? Una de esas maneras es a través del juego.
Por ejemplo, una gran ayuda en el caso del miedo a la oscuridad seria pedir a los pequeños que dibujen qué seres creen que les acechan y, acto seguido, romper el papel. En el caso del miedo al baño y al agua los especialistas recomiendan algo tan sencillo como poner en la bañera varios juguetes de agua o libros de goma.
Si los pequeños tienen miedo a ruidos fuertes, como los truenos, se recomienda explicarles el origen natural del estruendo o burlarnos de ellos para que vean que realmente no hay peligro. Otro miedo recurrente es el que se tiene a los animales. En este caso se recomienda juegos en los que imitemos a los animales o nos pongamos “en su lugar”.
Algunos pedagogos recomiendan crear la llamada “caja de miedos”: en ella los niños pueden meter representaciones de las cosas que les asustan; también pueden explicarnos por qué tienen esos miedos, lo que nos servirá para reflexionar juntos sobre ellos.
Actualmente también existen videojuegos diseñados específicamente para combatir miedos y desarrollados por pedagogos y psicólogos. Algunos de ellos son fácilmente accesibles a través de plataformas para tabletas.
Eso sí, tengamos los medios que tengamos hemos de decir que la mejor arma para superar miedos es nuestra compresión y ayuda. Recordemos que nosotros también hemos sido pequeños y que hemos tenido nuestros miedos. Que ellos vean cómo los hemos superado y darán el primer paso para vencer.
