A estas alturas todos conoceréis la historia titulada “El Mago de Oz”: Dorothy quiere escapar de un mundo de fantasía con ayuda del “Mago de Oz”, un ser poderoso que resulta ser un sencillo hombre que había llegado a ese lugar anteriormente.
Bien… esta es la historia de cómo ese mago llega a Oz. Resulta que se trata de Oscar Diggs, un mago de circo fracasado en busca de gloria que, por accidente, acaba en el universo de la Ciudad Esmeralda y el camino de baldosas amarillas. Él piensa que es su gran oportunidad y se hace pasar por el mago de increíbles poderes que todos esperan. Pero tres brujas, Teodora, Evanora y Glinda piensan que se trata de un farsante, lo que le traerá grandes problemas.
Ahora que las precuelas están de moda llega esta sorprendente película. Decimos “sorprendente” porque la verdad es que no nos esperábamos una de “El mago de Oz” y menos dirigida por Sam Reimi, responsable de las tres primeras entregas de la saga de Spiderman. ¿Qué puede significar eso?, ¿una historia más oscura?, ¿un cuento menos ingenuo que la anterior? La verdad es que no lo sabemos… y quizá por eso tenemos tantas ganas de verla.
Otra cosa es lo que creen unos cuantos: que el de Oz es un mundo que ya queda muy lejano (recordemos que la película original es de 1939) y que Disney se encamina a repetir el fracaso de taquilla como “John Carter” (que, de todas maneras, tampoco estaba mal). ¿Qué pasará con esta?
Lo único que os podemos decir es que os acerquéis a la historia de “El Mago de Oz” original ya sea en libro o en aquella antigua película. Si después de haberla visto o haberlo leído pensáis que necesitáis saber más acerca de ese peculiar mundo de monos voladores y ciudades hechas con piedras preciosas, adelante con la película.
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