Imaginaos que Bart Simpson tuviese un hermano gemelo e hiciese pareja con él a la hora de hacer sus muchas travesuras. Tendréis entonces una idea de quienes son Zipi y Zape. Por cierto, su nombre viene de la palabra "zipizape", que en castellano significa "pelea ruidosa y desordenada".
Estos dos gemelos de cómic (aclaramos que Zipi es el rubio y Zape es el moreno) pueden parecer muy formales: visten con un chaleco de punto rojo, pantalones negros cortos, zapatos relucientes… y hasta llevan corbata. Pero que no os engañen: son la pesadilla de su clase y aprovechan cualquier momento para gastar bromas o jugar al fútbol; momento, claro está, que suelen quitar de las horas en las que deberían estar haciendo los deberes.
Pese a que no aparentan más de 11 años lo cierto es que llevan haciendo el gamberro nada más y nada menos que 63 años. Su creador fue el dibujante barcelonés José Escobar, que se encargó de los dibujos y el guión hasta 1994, momento en el que se comenzó a ocuparse de la pareja el dúo formado por Joaquín Cera y Juan Carlos Ramis.
De unas manos a otras ha cambiado parte de la historia, pero el fondo sigue siendo el mismo: Zipi y Zape se meten multitud de líos para desesperación de sus padres, Don Pantuflo y Doña Jaimita. La mayoría de las veces es por culpa de una broma o travesura que les sale mal; pero otras veces es porque tratan de hacer una buena obra que se acaba estropeando. Casi siempre acaban castigados, aunque hay aventuras en las que salen bien parados y hasta recompensados (en especial si está de por medio Pelotín Chivatez, el niño repelente de la clase). Eso sí, que una cosa quede clara: sólo son traviesos, nunca malos por naturaleza.
Para mucha gente la gracia de sus historietas está en repetir el mismo esquema. Pero hay otros que piensan que sus aventuras se han quedado anticuadas: hasta hace poco tiempo los gemelos querían, por encima todo, una bicicleta (en la época de las consolas); se les castigaba metiéndoles en el "cuarto de los ratones" cuando sacaban malas notas (ahora a nadie se le ocurriría hacer eso a un niño que no estudiara) y hasta su característica forma de vestir es más propia de los años 50 que de nuestra época.
¿Podrán Zipi y Zape adaptarse a los nuevos tiempos? Os invitamos a leer alguna de sus viejas aventuras (seguro que vuestros padres o hermanos mayores guardan alguna) y a juzgar por vosotros mismos.
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