- Un gato caminaba por un tejado maullando: ¡Miau, miau!
En eso se le acerca otro gato repitiendo: ¡Guau, guau!
Entonces el primer gato le dice:
- Oye, ¿por qué ladras si tú eres gato?
Y el otro le contesta:
- ¿Es que uno no puede aprender idiomas?
Explicación:
Como sabéis nos encantan esos chistes en los que los animales se comportan como personas. Este es uno de ellos: tiene gracia porque asistimos a una escena que nos extraña. De repente un gato comienza a ladrar. ¿Qué ha ocurrido? La explicación es todavía más rara: dos gatos charlando sobre sus clases como podrían hacerlo dos compañeros de colegio... y resulta que uno de ellos es bueno en idiomas. Pero claro, como estamos en el mundo animal un gato no podría sacar provecho de unas clases de inglés: tiene que aprender el idioma de otras especies; en este caso del idioma de los perros. Como ves es fundamental aprender idiomas, se sea de la especie de la que sea.
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