Para quienes no le conozcáis os diremos que todo en Gumball es sorprendente: se trata de un gato azul que va a la escuela, tiene como mejor amigo a un pez mutante, sus padres son una gata que vende arcoiris y su padre es un grande y gordo conejo de color rosa. ¡Ah! y se nos olvidaba decir que su hermanita, también una conejita rosa, es la más lista de la familia.
Por si fuera poco tiene compañeros de clase de lo más variado como un robot, una chica fantasma, un plátano, una flor, una tiranosaurio, una osita de papel; está enamorado de una chica-cacahuete. Por no hablar de su profesora es una mona vestida con un vestido de flores.
Podéis pensar que todo es demencial pero según algunos es una de las mejores series de animación de los últimos tiempos. Divertida y para todos los públicos muchos dicen que se trata de una especie de versión de “Los Simpson” pero para niños y, en muchas ocasiones, con mejores chistes.
Pero, ¿cómo nació esta serie?, ¿a quién se le ocurrió que podía funcionar una mezcla tan extraña y loca de animales, dibujos y muñecos? La idea partió del animador inglés Ben Bocquelet que juntó a varios personajes que había creado para la publicidad de la productora en la que trabajaba pero fueron descartados. A continuación creó para ellos un ambiente en el que todos mostraran sus diferencias pero que fuese fácilmente reconocible para el espectador. ¿Y qué mejor que un colegio?
Nos gustaría haber estado en la presentación de la idea de la serie a los jefes de la productora y cómo Bocquelet les contaba la historia de cada sorprendente personaje. Por lo que sabemos tuvo éxito porque aquí donde lo véis…¡Las aventuras de Gumball tienen 116 episodios, de los que sólo hemos visto 60! Por no decir que cada uno de ellos encanta a padres, niños, abuelos… La historia de Gumball, además, tiene una bonita moraleja: se puede conseguir mucho con imaginación y ganas de pasarlo bien.
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