Hace un año que dejamos a Bilbo Bolsón, a Gandalf y a los enanos liderados por Thorin “Escudo de roble” en su camino hacia Erebor para enfrentarse a Smaug “el dorado”. Al final de la película veíamos como un amenazante y fiero ojo de dragón se habría dando a entender que aunque los héroes lo habían pasado mal lo peor estaba aún por llegar.
Bueno… para ellos es lo peor, pero para nosotros, que llevamos mucho tiempo esperando esta nueva entrega no es nada malo. La aventura continúa y lo hace a lo grande en esta segunda entrega con viejos conocidos y nuevos villanos, porque en esta película no solamente está el famoso dragón; también se deja notar la presencia de “El Nigromante”, una de las inquietantes encarnaciones de Sauron.
“El Hobbit, la desolación de Smaug” es, según creemos, una película para toda la familia. Pero ojo, con ello no queremos decir que sea la típica película “bonita”; sino que todos los que vayan a verla saldrán satisfechos: los padres porque verán una buena historia; los hermanos mayores un poco frikis porque muestra fielmente la mitología creada por J.R.R. Tolkien; las primas “fans” porque vuelve el guapo de Legolas; y las hermanas mayores porque la voz de Smaug es la del actor interesante del momento, Benedict Cumberbatch.
Vamos, que si hay una película que tenéis que ver esta navidad y en pantalla grande es esta que os recomendamos. ¡Vamos todos a la Tierra Media! ¡Una gran aventura nos espera!
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