¿Puede influir el color en la formación del carácter del niño?, ¿si nuestro hijo tiene un color preferido significa que tiene un carácter determinado? No podemos dar una respuesta porque no hay un estudio concluyente acerca del tema, aunque sí es cierto que algunos especialistas han tratado el asunto. Sea como sea no deja de ser algo curioso y, a modo de curiosidad y juego, no hemos podido resistirnos a la tentación de dar una lista de personalidades correspondientes a varios colores. Aquí las dejamos: ahora sólo queda que los padres comprueben si el color "le pega" al pequeño. Repetimos, no es nada serio, sólo un divertimento.
Blanco: se dice que este color es propio de niños organizados e "intelectuales". Los pequeños sabios adoran este color, ¿será porque el futuro pondrán sus ideas sobre el papel?
Rojo: el color de los futuros campeones, llenos de energía y que destacan en cualquier cosa que se propongan. Si nuestro hijo adora el rojo llegará tan lejos como quiera.
Amarillo: se liga con la luz y no es algo casual. Este color es propio de personas brillantes, extrovertidas y llenas de energía. Si nuestro hijo "tiene chispa" su color es este.
Verde: también llamado "color de la esperanza" es propio de niños optimistas y entusiastas. Como un campo de este color transmite frescura y alegría.
Naranja: cuando digamos esto pasará a ser también el color preferido de muchas madres. El naranja es propio de niños organizados, responsables y silenciosos.
Azul: se dice que gusta a los niños reflexivos, que son observadores y tienen buena intuición. Si decimos que el niño o la niña "se las sabe todas" su color es el azul.
Marrón: se tiene por un color solidario. Los que tienen como preferido el marrón son niños solidarios con tendencia a ayudar a los demás.
Rosa: olvidemos por un momento la anticuada diferenciación de género a través de este color. El rosa identifica a los soñadores con tendencias artísticas.
Por supuesto, volvemos a decir, esto es puro divertimiento y algo anecdótico. Es muy probable que el color favorito de nuestra hija sea el rojo y se trate de la niña más ordenada del vecindario. Tampoco vamos a animar a que los padres experimenten a fomentar determinadas características de la personalidad comprándole sólo juguetes de color azul. Que quede claro que, para nosotros, todos los colores son buenos.
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